15 versículos bíblicos para calmar el miedo y la ansiedad

Al lidiar con la ansiedad, lo mejor que podemos hacer es orar y meditar sobre los versículos de la Biblia. Pero ¿qué pasajes deberíamos estudiar? Si buscas en Google “Escrituras para calmar la ansiedad”, probablemente encuentres una lista de versículos que contienen los términos “miedo” y “ansiedad”. A continuación, un ejemplo que aparece con regularidad:  

Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. Josué 1:9. 

¡Me encanta este pasaje! Pero leer versículos que nos dicen “no temas” puede darnos remordimiento, haciéndonos sentir mal por experimentar miedo, aunque la verdad es que no debemos temer. Porque cuando vemos términos como “miedo” o “ansiedad” nos concentramos en lo que no debemos hacer, en lugar de enfocarnos en lo que sí debemos hacer: Confiar en Dios. Para superar la ansiedad, necesitamos estudiar versículos que hablan sobre las habilidades de Dios en lugar de pasajes que hablan sobre el miedo.

Mantener nuestra mirada fija en su amor, su bondad y sus infinitas posibilidades es lo que realmente calma nuestros pensamientos de ansiedad. Estoy convencida de que los siguientes 15 versículos te ayudarán a calmar tu miedo y ansiedad:

Dios te ama

Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. 1 Juan 3:1

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5:8

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Romanos 8:28

Dios es nuestro refugio y nuestra fortaleza 

Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos. Éxodo 14:14

Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré. Salmo 28:7 

Dios es el que me ciñe de fuerza, Y quien despeja mi camino. 2 Samuel 22:33

Jehová está conmigo entre los que me ayudan; Por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen. Salmo 118: 7

Dios es bueno y fiel 

Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días. Salmo 23:6 

De generación en generación es tu fidelidad; Tú afirmaste la tierra, y subsiste. Salmo 119:90 

El gran poder de Dios 

A ti alcé mis ojos, A ti que habitas en los cielos. Salmo 123:1 

Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros. Efesios 3:20

Oh Señor Jehová! he aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, ni hay nada que sea difícil para ti. Jeremías 32:17

Descansa y confía en el

Alma mía, en Dios solamente reposa, Porque de él es mi esperanza. Salmos 62:5

Los que confían en Jehová son como el monte de Sion, Que no se mueve, sino que permanece para siempre. Salmo125:1

Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto. Jeremías 17:7-8

¿Mi consejo? Escribe estos versículos en tarjetas y conservarlos contigo para reflexionar sobre ellos durante el día. 

Digamos una oración que se centre en el poder de Dios y su amor por nosotros: Dios, sé que tu poder está por encima de toda medida. Aunque a veces no entiendo por qué suceden o no suceden las cosas, decido confiar en ti. Eres bueno y fiel, Señor. Me amas y sé que harás que todo funcione en conjunto para mi bien. Por favor, dame sabiduría sobre cómo afrontar mi situación. Llena mi corazón de amor, esperanza, alegría y paz. Sé que siempre estás conmigo. Eres mi refugio y mi fuerza mientras habito en tu amor inagotable. Gracias por tu ayuda. En el nombre de Jesús, amén.

Este post ha sido traducido por María Raffo.

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