¿Qué haces cuando Dios parece estar ausente?
A veces, me siento en la presencia de Dios y no escucho su voz. Rezo y hago preguntas, pero no escucho nada. Mi primera reacción en estas situaciones es normalmente preguntarme: ¿He hecho algo mal? ¿Está Dios molesto conmigo? ¿Acaso Dios ha dejado de amarme?
Rápidamente, cuestiono estos pensamientos para ver si mis suposiciones están alineadas con la verdad, que es la palabra de Dios:
“Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”. Romanos 8:38-39.
Leo acerca del amor y la gracia de Dios (Romanos 5:8 / Jeremías 31:3 / 2 Timoteo 1:9 / Efesios 3:18, etc.). He aprendido que, en el amor perfecto, no hay espacio para el miedo (1 Juan 4:18). Estudiar el amor de Dios desenmascara las mentiras que el enemigo intenta alimentar en mí. Que Dios ya no me ama o que él está molesto conmigo. Dios me ha perdonado y no aparta su amor de mi.
Últimamente, he visto repetidamente en Instagram el slogan “Dios está siempre hablando”. Esto, simplemente no es bíblico. No hay ninguna indicación en la biblia que nos lleve a creer que Dios está siempre hablando. Mas bien, la gente de Dios vivió tiempos en los que Dios estuvo callado. Por ejemplo, David:
“Dios mío, clamo de día, y no respondes; Y de noche, y no hay para mí reposo”. Salmos 22:2
Pensar que Dios debería estar siempre hablando, puede ocasionarte mucha presión porque indicaría que es tu culpa si no escuchas su voz. O que quizás, estás lleno de pecado. ¡Esto es mentira! Es falso porque todos somos pecadores (Romanos 3:23). Dios no está molesto contigo. Él incluso le habla a los no creyentes: por ejemplo, al faraón en uno de sus sueños (Genesis 41:1-7).
Dios se está siempre moviendo, pero no está siempre hablándonos.
Ahora sabemos que Dios NO esta siempre hablándonos. Veamos algunas de las razones por las que esto puede pasar y qué podemos hacer en estas situaciones:
1. Pídele a Dios que te muestre porque no esta hablándote.
2. Recuerda los básicos: ve a la iglesia (o ve las prédicas online), lee la biblia, escucha música y prédicas de alabanza, rodéate de otros cristianos, etc.
3. Recuerda la última cosa que Dios puso en tu corazón hacer y chequea si la has cumplido.
4. Reza por oídos abiertos a oír su voz.
5. Exígele a cualquier espíritu maligno que se vaya en el nombre de Jesús.
6. Podrías estar en una temporada “desértica” … Hay momentos donde Dios no nos habla por un periodo de tiempo. Esto me ha pasado a mí y a mucha gente que conozco algunas veces. Simplemente, espera y confía en Dios en que hará su obra en tu corazón.
7. Pídeles a tus amigos que oren por ti para que tengas claridad, revelación, y para que cualquier obstáculo sea removido.
8. Intenta hacer ayuno: comida, tu teléfono, redes sociales, lo que sea.
9. Ya todo ha sido dicho y simplemente tienes que esperar en Dios. La paciencia es clave.
10. Tienes miedo de cometer un error. Tienes miedo de hacer algo porque podría ser “el paso equivocado”. Quizás, Dios se queda callado para que te des cuenta de que debes dejar ir tu miedo a equivocarte.
11. Dios te da libertad en la toma de decisiones. Quizás, quieres saber cuál debería ser tu próximo paso o que trabajo aceptar. Has hecho todas las cosas que mencioné anteriormente y aun no estás segura de lo que necesitas. Espera que la fecha límite se acerque y si llega el día en que debes tomar una decisión y no has escuchado nada, Dios te da libertad para decidir.
¿Quizás piensas que no eres lo suficientemente especial para escuchar a Dios? Bueno, cualquier creyente que ha vuelto a nacer ha recibido el espíritu santo y puede, por lo tanto, oír la voz de Dios (Juan 10:27 / Juan 14:26). Algunos lo escuchan hablar desde el día en que “vuelven a nacer”, mientras otros, como yo, tienen que estudiar y practicar escuchar su voz.
No necesitas tener un llamado especial o un don. No necesitas ser un pastor o un profeta. Solo necesitas tener el espíritu santo dentro de ti y vivir el proceso de aprender a escuchar su voz.
El no escuchar la voz de Dios por un tiempo me vuelve más humilde, porque me doy cuenta cuanto dependo de él. Me doy cuenta de lo vulnerable y perdida que estaría sin una relación personal con Dios. Cuan aterrador sería enfrentarme al mundo sin mi creador para guiarme.
A veces, no sé porque Dios no me habla por un tiempo. He llegado a la conclusión de que está bien no saber siempre la razón detrás. Sé que Dios me ama, es fiel y sostiene mi vida en sus manos. Esta seguridad es suficiente para mí para entregar diariamente todo a mi padre celestial y esperar con ilusión poder escuchar su voz otra vez.
Este post ha sido traducido por María Raffo.
8 replies on “Dios NO está siempre hablándonos”
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This is such a great post, my friend! So encouraging and I really appreciate this statement: “God is always moving but not always speaking.” YES. That’s such an important distinction to remember!
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