Cuando Dios quiere dar un giro a tu vida |

La Biblia es un maestro vivo. No es un libro viejo y polvoriento, sino que se relaciona prácticamente con lo que estoy tratando en mi vida diaria. Leer mi Biblia y rezar no es un ejercicio religioso, sino disfrutar de un tiempo de calidad con mi Padre celestial. Nada se compara con su paz reconfortante que llena mi mente y mi corazón cuando dejo mis preocupaciones. Dios me refresca y fortalece cada día. Podría seguir hablando de lo mucho que me gusta pasar tiempo con Dios porque Él satisface mi anhelo de un propósito y de algo más que esta vida.

Todo el mundo anhela el amor y un propósito en la vida. Todos queremos ser felices y estar contentos. Por eso nos esforzamos por conseguir relaciones amorosas, belleza y éxito, en un intento de satisfacer el grito de nuestro corazón por una realización profunda. Aunque esas cosas son buenas, nunca nos llenarán de verdad. Podríamos trabajar 16 horas al día tratando de ser reconocidos en nuestro lugar de trabajo. Podríamos tener 30 citas al mes con la esperanza de encontrar el amor. Podríamos limpiar nuestra casa todos los días durante horas intentando alcanzar la perfección. Esas cosas nunca nos darán la felicidad deseada.

La mujer que Jesús conoció en el pozo también anhelaba una realización profunda y una vida mejor (Juan 4:4-26). No hay nada malo en anhelar algo. De hecho, fue Dios quien puso en nuestro corazón nuestro profundo deseo de algo más que esta vida para que lo busquemos y lo encontremos.

El problema es que pensamos que nuestro anhelo puede cumplirse cuando alcancemos la vida ideal (sea cual sea el aspecto que tenga para ti). Es un error. Supongo que no hace falta recordar las innumerables historias de personas ricas y famosas que son profundamente infelices. Las hemos oído demasiadas veces, ¿verdad? Pero aun así, creemos que de alguna manera las cosas que deseamos nos dan lo que tanto anhelamos.

Cuando esperamos que la felicidad provenga de esas cosas, puede compararse con beber agua normal:

—Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed —respondió Jesús—, Juan 4:13

Pero Jesús quiere darte agua viva

pero el que beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna. Juan 4:14

Cuando eres un cristiano nacido de nuevo, el Espíritu Santo, Dios mismo, vive dentro de ti (1 Corintios 6:19). Esto significa que tienes acceso a Dios y a sus infinitos medios en todo momento. En su presencia, hay amor, alegría, paz y libertad en abundancia: las cosas que tu corazón anhela realmente. ¿Quieres tenerlo?

Entonces aléjate de tus viejas formas de vivir y camina en libertad. Por eso Jesús se dirige a la vida de pareja de la mujer en el pozo (Juan 4:16). No estaba viviendo según la voluntad de Dios para su vida. Esa mujer esperaba encontrar la verdadera satisfacción en una relación romántica, mientras que ésta sólo puede venir de Dios.

Tal vez busques al Señor y trates de encontrar su voluntad para tu vida. Habrá momentos en los que oigas un sermón o leas un pasaje en tu Biblia y te sientas incómodo porque te desafía de forma inusual.

Es interesante, porque cuando empiezas a tomarte en serio tu camino con Dios, te enfrentas a las cosas de tu corazón que no están en consonancia con la voluntad de Dios para tu vida.

Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón. Hebreos 4:12

Dios quiere separarte de todo lo que te impide vivir una vida verdaderamente plena. Quiere liberarte de los sentimientos de inferioridad, de la frustración, del dolor de tu pasado, de los miedos, de las preocupaciones y de las dudas sobre ti mismo. Para que lo haga, debes dejar que algunas cosas se vayan y entregar cada área de tu vida a Dios. Entonces, él podrá llenarte de amor, paz y alegría.

¿Qué hace falta para que dejes de lado tus viejas formas de vivir y asumas tu nueva vida en Cristo?

Con respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos; ser renovados en la actitud de su mente; y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad. Efesios 4:22-24

¿Quieres seguir corriendo detrás de cosas que no te llenan o estás dispuesto a obedecer a Jesús y beber del agua viva?

En cuanto estés dispuesto a trabajar mano a mano con Dios, tu tiempo de quietud dejará de ser incómodo o aburrido para convertirse en un reto en el buen sentido. Cuando das la bienvenida al cambio y decides rendirte y dejar que Dios haga su trabajo en tu corazón, la oración se convierte en una de las actividades más satisfactorias que existen.

Lo que parecía una conversación unidireccional empieza a convertirse en un animado intercambio con tu Padre celestial sobre el amor, la vida y el propósito. A medida que crezcas en tu relación con Dios, te darás cuenta de que los miedos desaparecen, se abren nuevas posibilidades y la claridad llena tu mente. Las áreas de tu vida que amenazaban con hundirse en el caos se pondrán en orden. Lo que parecía perdido desde hace tiempo volverá a la vida. Tus relaciones mejorarán, y tu vida se llenará de propósito a medida que abraces el trabajo que Dios está haciendo en tu ser interior. Un día mirarás hacia arriba, te detendrás y verás hasta dónde te ha llevado Dios y cuánto te ha cambiado.

Todo esto comienza con la decisión de dejar que Dios se mueva en tu corazón. Él no irrumpe en tu vida sin que se lo permitas, sino que llama suavemente a tu puerta para ver si le dejas entrar.

Como se acaba de decir: «Si ustedes oyen hoy su voz, no endurezcan el corazón como sucedió en la rebelión». Hebreos 3:15

Da un salto de fe y di “Sí, Dios, estoy dispuesto a cambiar. Haz tu obra en mí”. En el momento en que reces esas palabras desde tu corazón, Dios tomará el control y te espera la mayor aventura, porque tiene mucho más que quiere darte y mostrarte.

Este blogpost ha sido traducido por DeepL. Pido disculpas por los errores y ambigüedades que hayan podido surgir debido a esta traducción en línea.

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